Nosotras, las muñecas, teníamos que arrastrarnos por el suelo y ofrecer nuestros culos... ya sea para usarlos o para castigarnos.  Después de todo, era una Noche de caballeros.

Nosotras, las muñecas, teníamos que arrastrarnos por el suelo y ofrecer nuestros culos... ya sea para usarlos o para castigarnos. Después de todo, era una Noche de caballeros.

9