Puta alemana atiende a pensionista discapacitado

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Un veterano canoso y con una sola pierna se sienta en su silla de ruedas, con la polla dura y lista. Entra una puta delgada y de cabello oscuro, con sus pequeñas tetas rebotando. Es una profesional, sabe cómo manejar incluso los fetiches más desagradables. El anciano sonríe mientras ella se acerca, ansiosa por drenar hasta la última gota de su experimentada polla. Va a ser un festival de sexo alemán muy sucio. @vrrerenudnik
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